19/12/2023 | 2 minutos de lectura
“La inspiración existe, pero te tiene que encontrar trabajando”, solía decir Pablo Picasso. ¿Qué pensarán las generaciones más jóvenes? La pregunta hace sentido si consideramos que hoy nos encontramos ante una suerte de “nuevo trato laboral”, con un aumento en las exigencias y aspiraciones de las personas sobre su relación con el trabajo y lo que este debe retribuir a su vida y desarrollo profesional y personal.
Un estudio de McKinsey de octubre de 2022 a más de 25 mil trabajadores en EE.UU. de entre 18 y 65 años y más ofrece algunas claves para comprender este fenómeno. El reporte mostró que, por ejemplo, un 26% de los menores de 24 años, y un 22% de los menores de 34, menciona un “entorno laboral hostil” como el factor de mayor impacto en su habilidad para tener un desempeño efectivo, lo que contrasta con el 16% del promedio general. La hostilidad o su percepción no van de la mano con la inspiración, una palanca que habilita la creatividad y a la larga la sensación de logro.
Estas percepciones van en línea con experimentar ciertos niveles de frustración o malestar respecto a las expectativas que nos ponemos y lo que esperamos recibir de nuestra vida profesional. Los empleadores están tomando esta “posta”, a través de importantes transformaciones para atraer y retener a esta nueva camada de trabajadores. Transmitir un entorno amable con propósito y desafíos ajustados a los intereses de cada uno, además de horarios flexibles, trabajo remoto, entre otros son algunos de estos cambios.
La realidad es más porfiada que la mera voluntad, y por lo mismo resulta esencial acompañar este “nuevo trato” con una visión pragmática: si la expectativa en cuanto a crecimiento profesional es alta y ambiciosa, quizás la decisión de no correr la “extra milla” no va a generar los resultados esperados.
Por otra parte, es clave considerar la situación actual del mercado laboral y, en ese sentido, el escenario del país es de debilidad, con una tasa de desocupación que ya ha completado un año de alzas interanuales.
Corriendo o no la “extra milla”, superar este “malestar” es importante, sobre todo a la luz de la valoración que la sociedad en general, y los jóvenes en particular, le están dando al balance vida/trabajo.
No hay recetas simples, pero cultivar una mirada constructiva, que nos ayude a valorar y agradecer las oportunidades y los desafíos que la vida nos da, es una manera de empezar.
* Ornella Bono es socia fundadora y Directora de Humanitas Cornerstone.
← Volver al blog